jueves, 7 de febrero de 2013

¿Eres vago? Ninguna culpabilidad, la evolución te hizo así

El científico Manoj Srinivasan, profesor de ingeniería mecánica de la Universidad del Estado de Ohio en los EE.UU., ha realizado (con la ayuda de su alumno Leroy Long) un estudio científico encaminado a determinar cuál es el método energéticamente más eficaz para recorrer una distancia fija (unos 250 metros aproximadamente) durante diferentes períodos de tiempo. Se pedía a los participantes que intentaran cubrir la distancia dada justo en el tiempo que se les asignaba, ni antes ni después.


En el estudio participaron 36 estudiantes. Inicialmente se les pedía que recorrieran la distancia con un tiempo amplio (2 minutos), que cubrían tranquilamente caminando. Cuando el tiempo que les daban era de 30 segundos, los alumnos decidían correr. Lo divertido sucedía cuando el tiempo dado era de 1 minuto justo, es entonces cuando mezclaban ambas formas de desplazamiento, alternando el paso con la carrera.

En opinión de Srinivasan, esta es la mejor estrategia, la alternancia del paseo y la carrera, ya que de este modo se desperdicia menos energía y se alcanza más rápidamente la meta. Este estudio apoya la teoría que sostiene que el cuerpo humano está equipado con una especie de sentido innato de valoración del cómo y el cuándo variar la energía empleada durante la ejecución de un movimiento.

En experimentos previos realizados sobre cintas de correr, los científicos habían llegado a entender que las personas realizan el tránsito entre caminar y correr cuando viajan a una velocidad de entre 2 y 3 metros por segundo. La razón por la que parece "natural" cambiar el paso a esa velocidad es porque tu cuerpo y tu cerebro intentan automáticamente minimizar la cantidad de energía que necesitas gastar al moverte desde un punto a otro. Por debajo de los 2 o 3 m/s, caminar requiere menos energía, y por encima de esa velocidad se ahorra energía corriendo.

Sin embargo, correr sobre uno de estos dispositivos, que dictan la velocidad a la que debes caminar, no es algo natural. Por eso los científicos decidieron hacer pruebas en el mundo real. Aunque la fracción de tiempo que cada participante empleó caminando cambiaba de forma individual, el resultado final se ajusta perfectamente con lo que uno esperaría ver si la gente estuviera minimizando de forma inconsciente el consumo energético necesario para moverse del punto A al punto B.

El trabajo tendrá implicaciones futuras biomecánicas en la fabricación de prótesis, e incluso - a más largo plazo - en la fabricación del software de minimización energética que emplearán los futuros fabricantes de robots bípedos.

Sea como sea, cuando alguien te apure para que corras un poco más camino de la estación de autobuses, siempre podrás negarte aduciendo algo así como: "lo siento, me dejo llevar, mi sistema innato de evaluación inconsciente de ahorro energético es el que manda".

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