lunes, 31 de diciembre de 2012

La mujer que encontró dinosaurios en el patio de su casa

México. Fue una mañana de abril cuando Ella encontró un dinosaurio afuera de su casa.
Había salido a caminar.Y un montón de piedras parecidas a unas vértebras llamaron su atención. Levantó una: la revisó. Su textura. Su peso no era común. Un amigo que la acompañaba dijo que podría ser un hueso fosilizado; algo que debería tener muchos millones de años.

Descubren nuevo dinosaurio de agua dulce

Una nueva especie de mosasaurio descubiertos en Hungría es el primer ejemplo conocido de este grupo de reptiles que parece haber vivido en ambientes de agua dulce de ríos similares a los delfines de agua dulce modernos.

Una nueva especie de mosasaurio descubiertos en Hungría es el primer ejemplo conocido de este grupo de reptiles que parece haber vivido en ambientes de agua dulce de ríos similares a los delfines de agua dulce modernos, según un estudio publicado en 'Plos One', realizado por Laszlo Makadi, del Museo húngaro de Historia Natural y sus colegas de la Universidad de Alberta (Canadá) y el grupo de investigación sobre dinosaurio Lendület MTA-ELTE de Hungría.

La especie vivió unos 84 millones de años, los especímenes más grandes llegaron a unos seis metros de longitud y pertenecía a una familia llamada mosasaurios, convencionalmente considerados como gigantescos lagartos marinos con aletas, de forma similar y tal vez relacionados con lagartos de hoy en día, según revelan los fósiles descubiertos de la nueva especie.

Los restos fosilizados, encontrados en una mina a cielo abierto en las colinas Bakony del oeste de Hungría, pertenecen desde pequeños juveniles a adultos de gran tamaño que sugieren que esta especie tenía extremidades, como un lagarto terrestre, un aplanado cráneo como el del cocodrilo y una cola diferente de otros miembros conocidos de la familia mosasaur.

Según el estudio, esta es la primera especie de mosasaur que se sabe que vivió en agua dulce y sólo la segunda muestra de un mosasaur que se ha encontrado en rocas que no se han depositado en el océano.

"La evidencia que proporcionan aquí deja en claro que al igual que algunos linajes de cetáceos, los mosasaurios se adaptaron rápidamente a una variedad de ambientes acuáticos, con algunos grupos reinvasores de nichos disponibles en los hábitats de agua dulce. El tamaño de Pannoniasaurus hace que sea el más grande depredador conocido en las aguas de este paleoambiente, dijo Makadi.

Incluso en el mundo moderno, son extremadamente raros los reptiles escamosos en el mundo acuático, con sólo unas pocas especies que viven en el agua, y menos aún, como iguanas marinas y kraits marinas, que habitan en los océanos. Las nuevas especies descritas en este estudio probablemente se adaptaron a los ambientes de agua dulce de manera similar a los delfines de río, como los que ahora habitan ríos como Amazonas, Ganges y los ríos Yangtze.

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sábado, 29 de diciembre de 2012

¿El ejercicio nos hizo tan cerebrales?

El tamaño del cerebro humano siempre intrigó a los biólogos, ya que es el más grande de la naturaleza, cuando lo relacionamos con el tamaño del cuerpo. Sin contar con que tiene una corteza cerebral y unos lóbulos frontales muy desarrollados. Muchas hipótesis han intentado explicar por qué y cómo evolucionó semejante cerebro, una de la más aceptadas hoy en día son que es una adaptación para lidiar con la intrincada y complicada vida social de los primates, que se habría complejizado mucho más entre nuestros antepasados homínidos que comenzaron a caminar en dos patas. Otra indica que esto fue un subproducto, y que el tamaño fue aumentando como una forma de evitar el sobrecalentamiento del cerebro en una criatura acostumbrada a correr y correr como eran nuestros antepasados más cerebrales, los Homo erectus. Ahora una nueva hipótesis vincula el ejercicio y la actividad con la inteligencia y el tamaño del cerebro.


Un estudio publicado en Proceedings of the Royal Society B dice que entre los mamíferos se puede ver una relación entre el ejercicio y la actividad cerebral. Ya se había descubierto evidencia en ratones y ratas, que sugerían que criar las más atléticas, podía crear crías más inteligentes.

El antropólogo David Raichlen, de la Universidad de Arizona, Estados Unidos, y colegas, opinan que tal vez el cerebro no haya crecido sólo porque nuestra especie enfrentaba más desafíos mentales, sino que el cambio hacia una vida más aeróbica de cazadores recolectores hace 1,8 millones de años potenció nuestra potencia atlética. Esta tendencia ya observada y bien documentada de cómo los Homo erectus, y luego nuestra especie Homo sapiens evolucionaron para ser los perfectos maratonistas, habría resultado también en un cerebro mayor y más inteligente. La capacidad cognitiva humana podría ser simplemente un efecto colateral de esta capacidad aeróbica.

El estudio por ahora se ha realizado sólo en ratas, pero indica que esta última suposición podría ser una tendencia general en todos los mamíferos, y si nuestra especie se volvió un super corredor de fondo (no veloz como el cheeta), entonces también se habría potenciado nuestra capacidad cognitiva, y nos habríamos vuelto más inteligentes, lo que a su vez habría potenciado nuestra capacidad social y de organizarnos para conseguir alimentos.

Existen diversos estudios que vinculan el ejercicio con un aumento en el volumen cerebral, y en la rapidez mental, principalmente en ancianos, que con caminatas enérgicas se mantienen mejor mentalmente, que realizando ejercicios mentales. El ejercicio potencia la producción de neurotrofinas, unas proteínas que favorecen el buen mantenimiento de las neuronas.

Siempre estuvo la duda de cómo la selección natural habría actuado sobre la mejora en la cognición humana, es decir en hacernos más inteligentes, pero tal vez no lo haya hecho, sino que favoreció una adaptación a un estilo de vida muy activo y con mucho ejercicio, lo que potenció el crecimiento del cerebro, y como subproducto tuvimos más neuronas, que nos volvieron más inteligentes. Una serie de adaptaciones que se potenciaron entre sí.

“La evolución del cerebro humano”, dijo Raichlen, al autor principal del estudio, “probablemente es el resultado de una gran cantidad de complejas presiones de selección interactuando entre sí. No creo que vayamos a descubrir tan sólo una presión que haya llevado a la evolución del cerebro humano”.

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Descubren el 80% de los huesos de un gran dinosaurio en Mendoza


La especie pertenece a la familia de titanosaurios, grandes herbívoros de hasta 30 metros de largo.

En Malargüe, en la provincia de Mendoza de Argentina, el paleontólogo, Bernardo González Riga, descubrió entre el 70 y 80% de un fósil de dinosaurio que por sus características podría ser de una nueva especie, informó el 18 de diciembre el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas CONICET.

“Las características de este ejemplar y la de otros especímenes hallados, de hasta 24 metros, indican que se trata de una nueva especie, una de las más grandes que vivieron en Argentina”, comunicó González Riga.

Se trata de un dinosaurio de una familia de herbívoros de gran tamaño, los titanosaurios, que llegaban a medir entre 7 hasta 30 metros de largo, en diferentes proporciones.

González Riga resaltó que en el mundo las 50 especies de titanosaurios descritos hoy no cuentan con más del 25% de sus esqueletos, mientras que el encontrado en Mendoza está casi completo.

“Este ejemplar, que vivió hace 85 millones de años, nos ofrece entonces aspectos anatómicos claves para enriquecer la historia evolutiva de este grupo”, declara el investigador.

Junto a 35 técnicos y tres paleontólogos, González Riga encontró estos restos en las obras de la mina de potasio en Río Colorado, durante las tareas de supervisión.

A partir de los sedimentos se descubrió que el titanosaurio mendocino murió en una laguna fangosa por lo que sus huesos fueron rápidamente cubiertos por una capa protectora de arcilla.

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El nuevo dinosaurio de Ariño recibe el nombre de ‘Proa valdearinnoensis’

El nuevo dinosaurio ornitópodo hallado en una mina de Ariño por los paleontólogos de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel Dinópolis ya tiene nombre. Ha sido bautizado con el nombre de 'Proa valdearinnoensis', cuyo artículo científico con la descripción de este nuevo género apareció publicado ayer en la revista 'Zootaxa' de Nueva Zelanda.

El nombre de 'Proa valdearinnoensis' es un homenaje a la zona turolense donde fue encontrado este nuevo dinosaurio de Ariño. El nombre del género, 'Proa', remite a la semejanza de su elemento esquelético más significativo, el predentario, con la proa de una embarcación. La especie, que es el segundo nombre, es un homenaje a La Val de Ariño,denominación tradicional de la zona turolense en torno a la localidad de Ariño y caracterizada por su minería del carbón.

Este dinosaurio se suma así a los otros seis descritos por primera vez en la provincia de Teruel desde el año 1987, cuando se hizo la publicación científica de 'Aragosaurus ischiaticus', el dinosaurio saurópodo de Galve que fue el primer nuevo género descrito en España.

Si en 1987 'Aragosaurus' se describió en una revista científica española, Estudios geológicos, ahora el nuevo género encontrado en la provincia de Teruel, correspondiente a un dinosaurio ornitópodo, ha aparecido en una publicación científica que se edita en las antípodas.

El artículo en el que aparece la descripción de este nuevo ornitópodo se titula 'An unusual new basal iguanodont (Dinosauria: Ornithopoda) from the Lower Cretaceous of Teruel, Spain'. Lo firman Andrew T. MacDonald, de la Universidad de Pennsylvania (Philadelphia); Eduardo Espílez, Luis Mampel y Luis Alcalá, de la Fundación Dinópolis; y James I. Kirkland, del Servicio Geológico de Utah.

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viernes, 28 de diciembre de 2012

Los seres humanos se hicieron hombres por los virus

Los chimpancés poseen pensamiento razonable, las habilidades para la fabricación de herramientas de mano de obra y las habilidades para la creación de apariencia humana en idiomas

¿Por qué Los seres humanos y los chimpancés tienen el genoma idéntico a pesar del hecho de que son criaturas completamente diferentes en nuestra naturaleza? Tal diferencia no puede basarse en las mutaciones. Los científicos han desvelado el misterio. Resultó que todo sucedió a causa de los virus.

No es un secreto que Los seres humanos y los chimpancés (Pan troglodytes) son parientes cercanos, a pesar del hecho de que difieren entre sí en gran medida. Los chimpancés poseen pensamiento razonable, las habilidades para la fabricación de herramientas de mano de obra y las habilidades para la creación de apariencia humana en idiomas. Todas estas habilidades son embrionarias. Para decirlo de otra manera, los precursores de estas dos especies tenían el mismo potencial en el principio de su evolución. Los seres humanos lograron desarrollar ese potencial, mientras que los chimpancés no pudieron.

Parece muy intrigante que tanto Los seres humanos y los chimpancés son prácticamente idénticos desde el punto de vista de su genoma. Se consideró durante la década de 1970 que los genes del ser humano y el chimpancé coincidieron en el nivel de 98, 5 por ciento. La investigación en 2003 reveló que el grado de coincidencia tal es mucho más alto, 99, 6 por ciento. Si es así, entonces ¿por qué difieren tanto desde el punto de vista de la estructura del cuerpo y la fisiología?

Los científicos creían originalmente que la diferencia apareció debido a mutaciones en el ADN. Sin embargo, la nueva investigación deshecha esta versión. Los ADN de las dos especies son prácticamente idénticos. ¿Por qué la diferencia emerge entonces?

Los científicos tienen varias teorías que arrojan luz sobre esta difícil cuestión. Una de ellas dice que Los seres humanos y los chimpancés poseen diferentes números de copias de un ADN y las partes mismas. Muchos de los genes en el genoma pueden existir en “forma singular y plural”. La mayor copia de la molécula de un gen determinado, ha podido producir las células, más proteínas. La información de estas proteínas se programan en este gen determinado. La cantidad de proteína puede ejercer una influencia seria sobre la fisiología y la estructura de la estructura.

Investigadores británicos concluyeron que tanto como el diez por ciento de los humanos , los genes del chimpancé son idénticos y difieren en el número de copias representadas en el genoma. Por ejemplo, el gen humano CCL3L1, a diferencia de la de un chimpancé, se representa con un pequeño número de copias. Un ser humano sólo tiene tres o cuatro de esas copias, mientras que los chimpancés tienen docenas de ellos. Los genetistas explican esto con hipersusceptibilidad de Los seres humanos ante el VIH, mientras que esta infección no representa ningún peligro para los chimpancés, que no sufren de SIDA. Al mismo tiempo, los chimpancés tienen singular gen TBC1D3, que participa en la multiplicación de las células. Los seres humanos tienen ocho copias de este gen.

Otra teoría que explica la diferencia entre los “gemelos genéticos” de Los seres humanos y los chimpancés, dice que los genes aún completamente idénticos de las dos especies pueden funcionar de manera diferente. Los científicos se preguntaban lo que sucedió durante la evolución que causó este fenómeno. Un grupo de científicos dirigido por John McDonald de Georgia Institute of Technology ha desentrañado el misterio. Los científicos descubrieron que todo sucedió a causa de los “elementos móviles” del genoma, conocidos como retrotransposones.

Investigadores británicos concluyeron que tanto como el diez por ciento de los humanos, los genes del chimpancé son idénticos

De Wikipedia: retrotransposones son elementos genéticos que pueden amplificar en un genoma y son componentes ubicuos de la DNA de muchos organismos eucariotas. Los retrotransposones modo “replicativo” de transposición a través de un intermediario de ARN aumenta el número de copias de elementos rápidamente y por lo tanto puede aumentar el tamaño del genoma. Como elementos de DNA transponibles (transposones de clase II), retrotransposones puede inducir a mutaciones mediante la inserción de cerca o dentro de los genes. Además, retrotransposones y mutaciones inducidas son relativamente estables, ya que la secuencia en el sitio de inserción se retiene como se transponen, a través del mecanismo de replicación.

Retrotransposones se copian a sí mismos en el ARN y luego de vuelta al ADN que puede integrarse de nuevo al genoma. El segundo paso de conformación de ADN puede llevarse a cabo mediante una transcriptasa inversa que codifica el retrotransposón. Transposición y la supervivencia de los retrotransposones en el genoma del huésped son, posiblemente, regulados por factores de retrotransposon y codificados, para evitar efectos nocivos para la acogida y retrotransposon también, en una relación que ha existido durante muchos millones de años entre retrotransposones y sus plantas huespedes . La comprensión de cómo los retrotransposones y genomas de sus anfitriones han co-desarrollado mecanismos para regular la transposición, las especificidades de inserción, y los resultados de mutación con el fin de optimizar su mutua supervivencia se encuentra todavía en su infancia.

Retrotransposones son particularmente abundantes en las plantas. El setenta por ciento del genoma del maíz, por ejemplo, consta de retrotransposones. El cincuenta por ciento del genoma humano consiste de retrotransposones.

Los científicos estadounidenses compararon los genes de manera diferente de funcionamiento del ser humano y el chimpancé. Se descubrió que la diferencia de su actividad se basa en la presencia de retrotransposones en estrecha proximidad a los genes . Si estuviesen presentes, en el gen o no sería reducir o detener su actividad. Si no hubiera retrotransposones cerca de los genes, que operan normalmente.

Lo que pasa es que la diferencia entre el ser humano y el chimpancé no ocurrió debido a mutaciones. Se le ocurrió a causa de los virus que circulan en todo el genoma. Los virus han cambiado el trabajo de los genes y condujo a las diferencias entre la apariencia y la fisiología de las especies estrechamente relacionadas.

No se descarta que Los seres humanos se parecen humanos, al caminar humano y hacer muchas otras cosas parecidas a las humanas debido a los virus . Estos virus han penetrado en el genoma de los mamíferos en el principio de su evolución. Sus descendientes posteriormente a la aparición de la única forma de vida razonable en nuestro planeta.

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Encontraron una ballena que se creía extinta hace 2 millones de años

La ballena pigmea es una criatura misteriosa y esquiva que rara vez se acerca a la costa y resulta ser la última pariente de un antiguo grupo de ballenas que se creían extintas hasta ahora.

La ballena pigmea es una criatura misteriosa y esquiva que rara vez se acerca a la costa y resulta ser la última pariente de un antiguo grupo de ballenas que se creían extintas hasta ahora, gracias a los resultados de un estudio reciente.

Esta podría esclarecer las razones por las que el enigmático mamífero marino tiene una apariencia tan distinta a cualquier otra ballena viva.

Felix Marx, paleontólogo de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda dijo al respecto a Live Science: “Esta ballena es algo similar a un fósil viviente. Es la última sobreviviente de un antiguo linaje que hasta ahora se pensaba desaparecido.”

La relativamente “diminuta” ballena pigmea alcanza un máximo de 6.5 metros de largo y habita en mar abierto, en el hemisferio sur. Sólo ha sido vista una docena de veces, por lo que los científicos saben muy poco sobre sus hábitos y estructura social.

El extraño hocico “de refunfuño” de la creatura la hace ver distinta a otras ballenas. El análisis de ADN sugiere que estas divergieron de especies como la ballena azul o la ballena jorobada hace unos 17 millones o 25 millones de años. El rasgo del hocico implica también que esta podría estar relacionada con la familia de ballenas que incluye a la ballena de Groenlandia, sin embargo no existían estudios de fósiles que mostraran la evolución de la ballena pigmea.

Para ubicar a la ballena pigmea en su linaje, Marx y sus colegas analizaron cuidadosamente los huesos y otros fragmentos fosilizados y los de varios otros cetáceos antiguos. El esqueleto de la ballena pigmea se parece más al género Cetotherium que emergieron hace 15 millones de años y ocuparon todos los océanos del globo.

El hallazgo podría ayudar a comprender la evolución de la escondidiza especie y saber más sobre la forma de vida de los antiguos cetáceos.

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La evolución humana y las intolerancias alimentarias

Uno de los cambios más dramáticos en la evolución del hombre moderno, fue el paso de una alimentación basada en el carroñeo, caza y recolección,, a una basada en la agricultura y la ganadería. Si bien es cierto que esta transición permitió la aparición de la civilización moderna, veremos cómo también tuvo un impacto considerable en la salud del ser humano.

Ahora bien, hay quienes usan este hecho, para argumentar que realmente, nuestro organismo no está adaptado a comer productos derivados de la agricultura (principalmente trigo o maíz) o la ganadería (principalmente leche y derivados). Como veremos, algunas alergias pueden ser buenas pruebas evolutivas, hay algo de verdad en ello. No obstante, este razonamiento tiene una laguna importante. Asume que el ser humano no fue capaz de evolucionar una vez descubierta la agricultura hace unos 10000 años. Como veremos estamos en plena evolución, y las intolerancias y alergias alimentarias, bien pueden ser una prueba de este proceso selectivo.

El impacto de la agricultura en la salud

El registro fósil da la razón a quienes argumentan que las primeras poblaciones humanas que basaron su alimentación en los “recién” descubiertos cereales, sufrían de graves problemas de salud. Es así, de hecho las poblaciones de aquellos primeros humanos que fueron agricultores, muestran señales evidentes de un peor estado de salud comparados a sus homólogos no agricultores. Las señales eran una peor densidad ósea, una menor estatura, y una esperanza de vida mejor.

Hay que tener en cuenta, que la esperanza de vida por aquel entonces era muy baja en ambos grupos, pero principalmente porque cualquier herida abierta o la exposición a otros depredadores, hacía estragos en la esperanza de vida. Descontado esto, parece que los agricultores lo pasaron peor.

Sin embargo, los agricultores fueron ganando terreno a los cazadores-recolectores en todo el mundo. Principalmente, porque pudieron aparecer grupos de individuos especializados, artistas, arquitectos y por supuesto, soldados, que podían liberarse de cosechar o cazar para profesionalizarse.

Pero puede que los problemas nos hayan acompañado hasta hoy mismo.

El glúten y la lactosa

Hay dos elementos que siempre aparecen en muchas intolerancias alimentarias, son el glúten y la lactosa. No voy a entrar en detalles bioquímicos sobre ellos sino más bien en una perspectiva evolutiva.

Por un lado, hay que tener en cuenta que la semilla del trigo, no está “diseñada” para ser comida, sino para ser dispersada por el viento. De hecho, si es comida, se destruye, con lo cual dejaría de cumplir su función. Por ese motivo, además de compuestos nutritivos, también tiene mecanismos para “sentar mal” cuando se come.

Por otro lado tenemos la lactosa. En este caso, no es que la leche esté seleccionada para sentar mal, todo lo contrario. Pero sí que lo está, para ser consumida en un periodo muy concreto de tiempo. Cuando se empezaron a domesticar animales y a ordeñar leche, a más de uno le tuvo que resultar complicado. A muchos todavía les sigue pasando.

Como veremos (de otra forma no estaríamos aquí) el ser humano se adaptó a estos nuevos alimentos.
Seguimos evolucionando

¿Cómo es posible que si estas comidas no eran óptimas, sean ahora la base de la alimentación mundial? Pues porque seguimos evolucionando. No solo eso, sino que durante los últimos 10000 años lo hemos hecho comparativamente, mucho más rápido como especie de lo que lo hemos hecho antes.

Cuando pensamos en evolución pensamos en mutaciones, pero realmente hay muchas más formas de hacerlo. Una de ellas es la presión selectiva. Por ejemplo, cuando empezamos a cultivar trigo, es muy probable que muchos murieran en el proceso, incapaces de adaptarse al nuevo alimento. De esta forma, solo aquellos que fueron tolerando el glúten o pudieron lidiar con compuestos tóxicos similares, sobrevivieron. Otra forma de evolucionar es alterar los ritmos. En este caso el ritmo que se alteró fue el de el tiempo necesario para tolerar la leche. Aquellos que fueron capaces de alargar su tolerancia en el tiempo de la leche, vivieron más y se reprodujeron más.

Por supuesto, este proceso fue en un principio traumático, como muestra el registro fósil, pero como especie en conjunto fue tremendamente exitoso, hasta el punto de que somos más de 7000 millones comiendo hoy en día. Por otro lado, tampoco fue totalmente excluyente, muchos con intolerancias también sobrevivieron (y sobreviven afortunadamente) por muchos otros motivos.
Una teoría “arriesgada” para llevar

Bien podría ser que algunas de las intolerancias alimentarias actuales (celiaquía o lactosa) hubieran llegado a nuestros días como restos de aquellos primeros humanos, que no se pudieron adaptar a la agricultura. Por ejemplo, sería plausible que si nuestros ancestros vienen de zonas donde la agricultura llegó más tarde, tuviéramos más probabilidades de presentar alguna de estas alergias o intolerancias.

Por ejemplo, si esto es así, es de suponer que las poblaciones que estuvieron expuestas al trigo más tarde, presentaran unas mayores proporciones de celiacos. Una búsqueda superficial no me ha permitido comprobarlo, pero si encontráis algo, por favor, ponerlo en los comentarios. También es posible que dada la mezcla actual, haga imposible distinguir entre las diversas poblaciones. Este es el lenguaje que muchas plantas usan para defenderse. Es posible que los primeros agricultores no tuvieran unas digestiones muy buenas.

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El primer dinosaurio sobre la Tierra

Del tamaño de un perro labrador y con una cola de un metro, sitúa el origen del linaje de los dinosaurios en el sur del supercontinente Pangea hace 243 millones de años.


Un equipo de investigadores ha descubierto los restos del que parece ser el primer dinosaurio que deambuló sobre la Tierra, una criatura del tamaño de un perro labrador con una cola de más de un metro de longitud. Denominado Nyasasaurus parringtoni, su hallazgo significa que el linaje de los dinosaurios apareció en el sur del supercontinente Pangea a mediados del Triásico, hace unos 243 millones de años, de 10 millones a 15 millones de años antes de lo que se creía.

«Si el recién nombrado Nyasasaurus parringtoni no es el primer dinosaurio, es el pariente más cercano encontrado hasta ahora», asegura Sterling Nesbitt, investigador de la Universidad de Washington y autor principal del artículo que publica la revista Biology Letters. A partir de un húmero y seis vértebras encontradas en los años 30 en Tanzania y conservadas en el Museo de Historia Natural de Londres y en el Museo de Sudáfrica, en Cape Town -donde han permanecido durante décadas sin revelar su verdadero valor-, el equipo ha determinado que el animal probablemente se mantenía en pie y no era muy grande; medía de dos a tres metros de longitud y un metro de altura, y pesaba de 20 a 60 kilos. Apenas saben sobre su comportamiento y forma vida.

Las coincidencias

Los investigadores llegaron a la conclusión de que lo que tenían entre sus manos era un antiquísimo dinosaurio por las características de sus huesos, comunes a los primeros dinosaurios y sus parientes cercanos. Por ejemplo, el tejido óseo del húmero parece desarrollarse al azar, lo que indica un crecimiento rápido, típico de de estos animales y que en la actualidad solo se observa en algunos mamíferos y pájaros. «El Nyasasaurus tenía un montón de células óseas y vasos sanguíneos», dice Sarah Werning, investigadora en la Universidad de California, Berkeley, quien hizo el análisis de los huesos. «Su tejido óseo es exactamente lo que cabría esperar de un animal en esta posición en el árbol genealógico de los dinosaurios. Es un muy buen ejemplo de fósil de transición», añade. Otro rasgo común con los primeros dinosaurios es una distintiva cresta alargada para sujetar los músculos en el húmero, la llamada cresta deltopectoral.

«El Nyasasaurus tiene implicaciones importantes independientemente de que este taxón sea un dinosaurio o el pariente más cercano de los dinosaurios», afirma Nesbitt. «Establece que los dinosaurios probablemente evolucionaron antes de lo esperado y refuta la idea de que la diversidad de los dinosaurios irrumpió en escena en el Triásico Tardío».

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Un medio ambiente cambiante pudo haber impulsado la evolución humana

Una serie de rápidos cambios ambientales en el este de África, hace unos 2 millones de años, pueden ser responsables de impulsar la evolución humana, según investigadores de Penn State y la Universidad de Rutgers.


Según Katherine Freeman, profesora de ciencias de la tierra, en Penn State, la hipótesis principal actual sugiere que los cambios evolutivos entre los seres humanos durante el período que el equipo investigó, estaban relacionados con un cambio largo y constante del medio ambiente o incluso un gran cambio en el clima. “Sin embargo, nuestros datos muestran que no fue un avance o cambio constante, el ambiente era muy variable.”

Según Clayton Magill, otro investigador, muchos antropólogos creen que la variabilidad de la experiencia puede desencadenar el desarrollo cognitivo. “Los primeros humanos pasaron de tener árboles disponibles a tener pastos sólo disponible en sólo 10 a 100 generaciones, y su dieta se han tenido que cambiar en respuesta”, dijo. “Los cambios en la disponibilidad de alimentos, el tipo de alimentos, o la manera de conseguir los alimentos pueden desencadenar los mecanismos evolutivos para hacer frente a esos cambios. El resultado puede aumentar el tamaño del cerebro y la cognición, los cambios en la locomoción y social, incluso cambios en la forma de interactuar con los demás de un grupo. Nuestros datos son consistentes con esta hipótesis. se demuestra que el entorno ha cambiado drásticamente en un corto período de tiempo, y esta variabilidad coincide con un período importante en nuestra evolución humana cuando el género Homo fue establecido primero y cuando no había evidencia de la primera herramienta de uso . “

Los investigadores analizaron sedimentos en Tanzania, y recogieron datos que les permitió reconstruir los tipos de vegetación presente en el área de Olduvai en intervalos de tiempo muy específicos. Los resultados mostraron que en el entorno hubo una transición rápida desde un cerrado bosque a un prado abierto. Para averiguar qué causó esta rápida transición, los investigadores utilizaron modelos estadísticos y matemáticos para correlacionar los cambios que veían en el medio ambiente con otras cosas que pudieron haber estado ocurriendo en el momento, incluidos los cambios en el movimiento de la Tierra y los cambios en las temperaturas superficiales del mar .

“La investigación apunta a la importancia del agua en un paisaje árido como África” dicen los investigadores. “Las plantas están tan íntimamente ligadas al agua que si tienen escasez de agua, por lo general se conduce a la inseguridad alimentaria.” Juntos, estos dos estudios darán información sobre la evolución humana, porque ahora tenemos un punto de vista adaptativo.

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Expertos hallan evidencias del uso de recursos marinos por los neardentales

El estudio ha sido realizado por el Museo de Gibraltar sobre las cuevas de Gorham y Vanguard.


El trabajo del Museo de Gibraltar en las cuevas Gorham y Vanguard está revelando aspectos inesperados sobre la forma de vida de las personas en la Prehistoria. Entre éstos se encuentran descubrimientos sobre la manera en la que los neandertales y los otros seres humanos explotaban los recursos marinos en el Paleolítico.

El experto del museo en ecología marina, Darren Fa, ha acudido a varios actos para dar a conocer y discutir algunos de estos aspectos conocidos y recientes, siendo exposiciones de alto nivel académico. En la Universidad de Sevilla participó en un seminario sobre la conservación del medio ambiente presentando al alumnado conocedor de la materia las evidencias que indican los efectos de los eventos históricos en el actual ecosistema marino, así como la influencia penetrante de las actividades humanas.

Ofreció ejemplos de cómo los ecosistemas marinos han cambiado al completo, algunos de hecho de forma relativamente reciente a través de actividades de pesca excesiva y otras causas, siendo ilustrados con ejemplos de ambas fuentes históricas y arqueología.

El enfoque ofrecido, dentro de la línea de investigación del museo de traer aspectos históricos para la comprensión de la ecología y el medio ambiente actual, proporciona respuestas y crea retos interesantes para la restauración de los ecosistemas.

En el evento, seguido también por representantes de la Universidad de Cádiz (UCA), se presentaron pruebas del uso humano de los recursos marinos de moluscos de un sólo sitio en Gibraltar, es decir, de la Cueva de Gorham, que abarca sólo más de 30.000 años de ocupación humana. Es además de gran importancia, ya que es uno de los pocos sitios europeos que ha dado pruebas fehacientes de la explotación sistemática de estos recursos por parte de los neandertales, algo que hasta hace poco era considerado fuera del alcance de estos primeros humanos y se practicaba sólo por los antepasados directos. El experto Darren Fa también formó parte de un grupo internacional que examinó una tesis de doctorado en la Universidad de Santander sobre el uso de moluscos marinos como herramientas para principios de los seres humanos. Por otro lado y recientemente el Museo de Gibraltar anunció un premio de post-doctorado para Ruth Blasco para trabajar en esta institución durante dos años.

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