miércoles, 16 de enero de 2013

Dinosaurio emplumado con aspecto de dragón


Especial para EL DIA de National Geographic

¿Por qué un dinosaurio con un cuerpo apto para correr tenía cuatro alas, una cola larga y plumas? La anatomía del Microraptor, un pequeño dinosaurio emplumado y carnívoro, parecido a un dragón, que habitó los bosques de China hace 130 millones de años, siempre logró intrigar a los paleontólogos.

Finalmente, un grupo de anatomistas cree haber encontrado la respuesta: Este dromeosáurido que medía de 40 a 70 centímetros, era un maestro del control. Planeara o aleteara, sus patas traseras le permitían dar giros cerrados.

“En términos de aerodinamia, las patas traseras le permitieron aumentar su velocidad de giro entre 33 y 50 por ciento en relación a la velocidad que hubiera logrado usando sólo las patas delanteras,“ explicó Michael Habib, de la Universidad de California, que presentó la investigación en una reunión de la Sociedad de Paleontología de Vertebrados.

Justin Hall, del Museo de Historia Natural de Los Angeles County, quien colaboró con Habib, señaló que incluso un pequeño aumento en la velocidad de giro pudo representar una “gran ventaja” en el mundo en el que vivía el Microraptor, donde todo se reducía a comer o ser comido.

“Nadie duda que éste era el animal más rápido del ecosistema”, aseguró Hall. “Tenía aproximadamente el tamaño de un cuervo, vivía entre dinosaurios predadores en un momento en el que el animal más grande que había en el aire medía 4,6 metros de punta a punta de sus alas desplegadas. Por consiguiente, un aumento de 33 por ciento en la velocidad de giro pudo significar la diferencia entre la vida y la muerte”.

Las alas frontales angostas y largas del Microraptor sugieren que el animal era capaz de planear. Sin embargo, las alas posteriores, cortas y robustas -que generarían más resistencia que elevación en el aire- parecen contradecir la idea. Pero Habib y Hall sostienen que quizás el objetivo no era la elevación.

Sería inútil intentar usar esas robustas alas posteriores para planear, pero si lo que importa es hacer un movimiento muy rápido y potente como girar sirve que sean robustas.

Hall comparó el vuelo del dinosaurio con el movimiento de una canoa: “cuando se intenta girar rápido una canoa, lo mejor es clavar el remo en el agua y generar mucha resistencia”.

Hay tres fuerzas principales de rotación que afectan el vuelo, explicó Habib: balanceo de lado a lado, circular y de arriba hacia abajo. El tamaño y la ubicación de las alas posteriores del Microraptor pudieron mejorar las tres fuerzas, pero sólo el balanceo y el movimiento circular lo habrían ayudado a girar. ¿Y entonces el movimiento de arriba a abajo no podría haber provocado una caída en picada involuntaria?

“Sucede que el abanico de plumas de la cola es exactamente el lugar donde corregir la resistencia provocada por las patas traseras”, explicó Habib.

Las preguntas planteadas por la anatomía del Microraptor se relacionan con un tema pendiente en la historia de la evolución: ¿fueron los dinosaurios que vivían sobre la tierra los que evolucionaron aprendiendo a volar y pasaron a vivir en los árboles o vice versa?

El Microraptor fue primo del temido Velociraptor y, aunque pequeño, también fue un predador feroz. En el estómago de un espécimen se encontraron huesos de mamífero y en otro se encontró un ave completa -aparentemente tragada entera. “Comía presas muy activas”, acotó Hall, “cosas que típicamente asociaríamos con animales ágiles y de movimientos rápidos”.

El hecho de que el Microraptor comiera aves sugiere que pasó al menos parte de su tiempo en los árboles. ¿Usó las alas para planear, o inició saltos estilo parkour desde el suelo? En cualquier caso -aseguró Habib- el control fue un factor importante. “Haya sido un animal arbóreo o terrestre, nuestro argumento se aplica en ambos escenarios”, añadió.

La idea de que las alas posteriores aumentaron marcadamente la velocidad de giro también permitiría explicar la forma en que algunas aves de presa modernas usan sus patas durante el vuelo, según los investigadores.

“¿Por qué las águilas extienden sus patas cuando vuelan? ¿Parece raro, no? Bien, tienen muchas plumas en esas patas, así que producen mucha resistencia. Todo parece indicar que lo hacen de manera intencional, para lograr control”.

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